¿Interno o Externo? El Arte Marcial que Cambiará tu Vida (Y Cómo Elegirlo)

¿Te imaginas entrar en un mundo donde la fuerza no lo es todo? Donde no necesitas tener músculos de acero para dominar el arte del combate. Hoy quiero hablarte de algo que te hará pensar diferente sobre las artes marciales y, quién sabe, tal vez te inspire a dar un paso que transformará tu vida.

Primero, déjame preguntarte algo: ¿cuántas veces has querido aprender un arte marcial y te has detenido porque crees que no tienes “la fuerza” o “el físico” necesario? Si es tu caso, no estás solo, pero te tengo una noticia: ¡la fuerza bruta no es la única respuesta! Y aquí es donde los estilos internos y externos entran en juego.

¿Qué Demonios Son las Artes Marciales Internas y Externas?

Te lo explico fácil. Las artes marciales externas son esas que probablemente ya conoces: karate, taekwondo, jujitsu… Se centran en la fuerza física, las técnicas prácticas y a menudo tienen un enfoque más competitivo. Es decir, golpe, bloquea, repite. Aquí aprendes a “aplicar primero, reflexionar después”. Suena poderoso, ¿verdad?

Pero las artes marciales internas son otro rollo. Aquí no se trata de cuántos músculos tienes, sino de cómo usas tu energía (sí, tu energía). Tai Chi, Ba Gua Zhang o Xing Yi, por ejemplo, te enseñan a cultivar tu chi (tu energía vital), a moverte como si fluyeras con el viento y a mantener la mente relajada incluso en medio de un desafío. Es más filosofía que solo técnica, más meditación que solo combate.

El Origen de lo Interno: Un Pacto de Caballeros

Déjame contarte una historia fascinante. En 1894, tres grandes maestros (de Tai Chi, Ba Gua Zhang y Xing Yi) decidieron que era mejor colaborar que pelear. ¡Sí, colaboraron! Imagínalo: en un tiempo donde retar a otra escuela era una cuestión de honor (y de peleas épicas), estos maestros vieron más allá. Crearon el concepto de “nei jia quan”, o “boxeo interno”, y establecieron las bases para algo más grande: artes que entrenan el cuerpo y la mente como un todo.

¿Interno o Externo? ¿Qué Deberías Elegir?

No te voy a mentir, los dos tienen sus virtudes. Si buscas sudar, liberar estrés y aprender técnicas prácticas rápido, las artes externas son lo tuyo. Pero si lo que deseas es encontrar equilibrio interior, mejorar tu energía y dominar movimientos que parecen mágicos (¡y lo son!), entonces los estilos internos serán tu refugio.

Aquí no se trata de cuál es mejor, sino de lo que tú necesitas. Porque, siendo honestos, todos llevamos una vida llena de estrés y exigencias, y muchos queremos algo más que nos reconecte con nosotros mismos. Si eso resuena contigo, tal vez sea el momento de probar el lado interno.

El Camino Hacia la Serenidad y la Fuerza Verdadera

¿Sabes qué es lo mejor? Que los dos caminos llegan al mismo destino: poder, serenidad y control. La diferencia está en cómo decides recorrerlo. Los estilos internos empiezan desde adentro: calmando la mente, soltando el cuerpo, dejando que el chi haga su magia. Los externos trabajan primero tu físico, y con el tiempo, te llevan a un estado similar.

Ambos son válidos, ambos son hermosos.

¿Qué Vas a Elegir?

Ahora que sabes esto, ¿te imaginas practicando movimientos suaves que calman tu mente mientras entrenas tu cuerpo? ¿O sientes más curiosidad por los golpes potentes y la disciplina externa? Cualquiera que sea tu elección, te prometo algo: el arte marcial que elijas no solo entrenará tu cuerpo, sino que tocará tu alma.

Así que, ¿por qué no dar el primer paso? Tal vez el mundo de las artes marciales tenga mucho más para ofrecerte de lo que alguna vez imaginaste. Quizás ahí encuentres el equilibrio que has estado buscando.

¡Hazlo por ti! Porque si algo puedo asegurarte, es que, sea interno o externo, lo que encuentres en el camino será una versión más fuerte, más sabia y más serena de ti mismo.

¿Te atreves a empezar? 💥

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