¿Por qué elegir el empuje de manos (Push Hands) en lugar de artes marciales convencionales para defensa personal?

Aunque el empuje de manos puede parecer un camino más lento e indirecto en comparación con artes marciales como el boxeo, el karate o el taekwondo, a largo plazo ofrece grandes ventajas. No depende de la velocidad ni la fuerza física, lo que permite su práctica incluso en la vejez, sin el riesgo de lesiones comunes en otros estilos de combate.

El empuje de manos se basa en ocho energías clave: peng, lu, ji, an, cai, lie, zhou y kao. Estas técnicas se centran en la alineación del cuerpo y el uso de la fuerza interna para mantener el equilibrio y la eficiencia en el movimiento.

Existen dos tipos de energía:

• Energía de largo alcance, utilizada en desvío, retroceso, presión y empuje.

• Energía de corto alcance, aplicada en técnicas de arrancar, dividir, golpes con el codo y el torso.

El rango ideal para el empuje de manos es el rango medio, que permite llegar al oponente sin perder control ni exponerse demasiado. A diferencia de las artes marciales externas, como el kung fu Shaolin o el taekwondo, que dependen de golpes rápidos y fuerza física, el empuje de manos utiliza movimientos circulares para redirigir la energía del oponente, manteniendo siempre la mejor posición.

Además, esta práctica te ayuda a:

• Mejorar la postura y la estabilidad.

• Sentir y controlar la energía del oponente para anticipar ataques.

• Aplicar sus principios en otros deportes como la lucha o el sparring.

El empuje de manos es una inversión a largo plazo: mejora con el tiempo y no se deteriora con la edad, lo que lo convierte en una excelente opción para defensa personal y bienestar general.

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