Volver al diseño original: La magia de meter el coxis (sin miedo y con flow)

✨ “Una postura sexy es una postura saludable… y Tai Chi es volver a nuestro diseño.”

¿Quieres un súper poder secreto del Tai Chi? Te lo digo desde ya: mete el coxis. Así, sin filtro. No es una simple instrucción postural, es una llave maestra para desbloquear tu energía, tu centro, tu eje… ¡y hasta tu caminata sexy!

Y mira, te lo comparto porque cuando yo empecé a hacerlo bien, todo cambió: se acomodó la espalda, respiré mejor, conecté con mi eje, y dejé de cargar tensiones en zonas que no debía. Así que aquí tienes algo valioso (reciprocidad, ¿ves?): este pequeño gesto puede transformar TODO tu Tai Chi.

🧭 El coxis pertenece abajo y adelante, no flotando como banderita al viento

En Tai Chi, lo decimos así: “we curl the tailbone forward between the legs.” Es decir, se mete el coxis como si quisieras que no se te note nada por atrás 😅. Suena raro, pero tiene un sentido profundo: ayuda a bajar el centro de gravedad, alinear la columna, desbloquear el sacro y suavizar la base de la postura.

Muchos bajan la cadera pero dejan el coxis “flotando” atrás, como si arrastraran una carreta invisible. Eso rompe el eje vertical, y sin eje… no hay giro, no hay raíz, no hay poder. Como dicen los patinadores: sin verticalidad, sales volando.

🧠 Lo hacen los grandes maestros

¿Has visto a esos maestros que parecen sentarse en el aire? Ellos dominan lo que llaman “la silla invisible”. Bajan los muslos paralelos al suelo, recogen el coxis, y se quedan ahí, tan tranquilos. No es magia: es que reeducaron su cuerpo para sostenerse desde la base real. No con la espalda baja tensa, sino con la fuerza viva del sacro y el abdomen bajo.

Tai Chi no es solo mover los brazos bonito. Es reconfigurar la arquitectura interna. Es decirle al cuerpo: “oye, vamos a volver al diseño original, ¿va?”

🤝 Sí, duele al principio… pero no estás solo

Cuando empezamos a despertar el sacro y el coxis, a veces duele. Es como despertar una pierna dormida: ¡ay, caray! Se llama “old tightness”, o sea, viejas tensiones guardadas por años de estar sentados, encorvados, desconectados. Pero ese dolor es buena señal, no te asustes. Solo indica que estás despertando partes dormidas.

No necesitas ser médico para entender tu cuerpo. Solo necesitas 15 minutos al día para escuchar cómo estás parado, cómo estás alineado. Si hay molestia, muévete suave. Si hay rigidez, respira profundo y métete otra vez al eje.

🎓 La anatomía no miente

El coxis no es un huesito olvidado. Es pequeño pero poderoso. Está suspendido como flotando, debe sentirse libre, sin tensión. Justo arriba está el sacro, esa pieza triangular que es literalmente la bisagra del cuerpo, la U-joint de la columna, el eje donde todo gira.

Y adivina qué: la mayoría lo tenemos congelado por tanto tiempo sentados. El resultado: nuestra postura se rompe, la energía no circula bien y el cuerpo se desgasta.

Al reactivar esa zona, no solo recuperamos salud física, también se reestructura el sistema energético. ¿Por qué? Porque el canal central del Qi comienza abajo, y si esa base está torcida, todo el flujo se entorpece. Meter el coxis es abrir el grifo del Qi.

🕰️ Este principio es difícil de integrar… ¡pero urgente!

Lo sé: cuesta trabajo acordarse de meter el coxis. Es de esos principios que uno entiende con la mente, pero se le escapa en la práctica. Y si no lo integras, haces Tai Chi como un tronco: bonito, pero sin transformación.

Y ojo: no se trata solo de “hacerlo bien”, sino de reconfigurar tu diseño postural para que el cuerpo se transforme desde adentro. Ahí está el verdadero Tai Chi.

El truco está en fortalecer el tronco y desarrollar esa famosa “silla invisible”. Practica con la espalda contra la pared y los dedos de los pies tocándola. Baja sin que las rodillas rebasen los dedos. Esa postura, conocida como wall squatting, es clave para reeducar tu eje.

🌟 CUna postura centrada es una vida centrada

Meter el coxis no es solo un detalle postural. Es una declaración energética: “Estoy en mi centro. Estoy alineado. Estoy presente.”

Porque no hay rotación sin eje. No hay eje sin sacro. No hay sacro vivo sin coxis bien colocado.

Y sin eso… no hay Tai Chi.

Así que la próxima vez que practiques, no solo bajes la cadera: mete el coxis, despierta el sacro, activa tu base, y reentra en tu diseño.

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